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Evaluación de la Sostenibilidad del Ciclo de Vida: ¿qué es y por qué es importante a la hora de considerar sistemas híbridos renovables?

El impacto de nuestras sociedades sobre el medio ambiente está en el centro de las preocupaciones actuales. La industrialización, los combustibles fósiles, la urbanización y la deforestación son los principales factores del cambio climático, cuyos efectos se acentúan cada año. Este fenómeno tiene consecuencias mundiales y se refleja también en los cambios climáticos locales (precipitaciones, nivel de las aguas subterráneas, temperaturas, etc.) con repercusiones en el abastecimiento de agua y en la producción de alimentos y energía.     

La estrategia para hacer frente a estos retos se basa en aumentar la penetración de las energías renovables en el mix energético mundial. Sin embargo, esta transición puede provocar cierta inestabilidad en la red eléctrica debido a la naturaleza variable de los recursos renovables. Los sistemas híbridos de energías renovables se perfilan como una solución prometedora, ya que ayudan a reducir esta variabilidad y a optimizar la producción de electricidad en zonas geográficas específicas. 

Para evaluar hasta qué punto son sostenibles estos sistemas híbridos de energía renovable, el proyecto Hybrid for Renewable Energy System (HY4RES) se centra en medir el impacto holístico a través de una Evaluación de la Sostenibilidad del Ciclo de Vida (LCSA). 

Esta metodología puede equilibrar varios factores de sostenibilidad -ambientales, económicos y sociales, también conocidos como los tres pilares de la sostenibilidad- en toda la cadena de valor de un sistema híbrido de energía renovable. El LCSA se define como la combinación del ACV medioambiental (ACV base – Análisis del Ciclo de Vida), el cálculo del coste del ciclo de vida (CCV) y el ACV social (ACV-S) y debe seguir la metodología sistemática del ACV. Según las normas ISO 14040 e ISO 14044, el ACV se lleva a cabo en cuatro fases: Fase 1 – Definición del objetivo y el alcance, Fase 2 – Análisis del inventario del ciclo de vida (ICV), Fase 3 – Evaluación del impacto del ciclo de vida (EICV), Fase 4 – Interpretación de los resultados. La integración de los tres enfoques en un LCSA exhaustivo es natural, ya que el LCC y el S-LCA miden las dimensiones de sostenibilidad económica y social utilizando procedimientos comparables descritos en la norma ISO 14040. La LCSA adopta un enfoque integral y holístico de la Sostenibilidad y podría ser un marco decisivo para financiar acciones de mitigación del cambio, así como una  herramienta climática útil para evitar soluciones inadecuadas. 

Recogida de datos con de evaluación  

Como parte del proceso de evaluación de impacto llevado a cabo en HY4RES, la empresa de consultoría económica y medioambiental Vertigo Lab realizó una serie de entrevistas con los responsables de desarrollo de tres de los emplazamientos piloto. El objetivo de estas entrevistas era identificar las características específicas de cada proyecto en una fase temprana, con el fin de definir un ámbito de análisis pertinente y adecuado. Este trabajo preliminar es decisivo para garantizar una evaluación rigurosa y coherente de los impactos socioeconómicos, sociales y medioambientales, teniendo en cuenta las particularidades de cada emplazamiento.

Un  preliminar fundamental 

La diversidad de los centros piloto representa un reto importante para la aplicación de una metodología de evaluación armonizada. Cada centro presenta características únicas en cuanto a nivel de madurez, escala, finalidad y tecnologías empleadas. Las entrevistas realizadas permitieron identificar estas especificidades, comprender las expectativas de las partes interesadas y anticipar los puntos de preocupación que podrían afectar al análisis. Esta fase preliminar permite garantizar la coherencia de los criterios de evaluación, preservando al mismo tiempo la flexibilidad necesaria para reflejar fielmente la realidad de cada proyecto.

Metodologías adaptadas a los retos de las plantas piloto  

Théo Breidenstein-Jullien, consultor-investigador de Vertigo Lab, explica el proceso: 

“Uno de los principales objetivos de nuestro planteamiento es aplicar metodologías de evaluación comparables para extraer conclusiones globales respetando las singularidades locales. Para ello, debemos definir indicadores comunes integrando al mismo tiempo criterios específicos vinculados a cada centro piloto. Este proceso garantiza un análisis detallado y operativo de los impactos, aportando respuestas adaptadas a las problemáticas locales y globales. Al ajustar nuestras evaluaciones a un planteamiento estructurado y concertado, nos aseguramos de producir resultados pertinentes y aplicables para todas las partes interesadas.” 

Conclusión  

Este trabajo preparatorio es, por tanto, un paso decisivo para el éxito de las futuras evaluaciones de impacto y la aplicación de soluciones sostenibles y eficaces en cada uno de los lugares piloto. Los próximos pasos consistirán en ultimar los marcos de evaluación, implicar a las partes interesadas locales en un proceso de colaboración y empezar a recopilar datos sobre el terreno para afinar los análisis.

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